24 de julio de 2010

Ver o mirar en el espejo

Despertador. Abrir los ojos. Sentarse al filo de la cama. El flujo sanguíneo ya está en funcionamiento más rápidamente que en el letargo de la noche. Levantar la cabeza. Ponerse en pie.

Me levanto cada mañana y la inercia diaria se apodera de mi mente, sin pretenderlo lo más mínimo. Mi cuerpo, aún dormido, obedece sin oponer resistencia alguna a los hábitos matutinos a los que lo tengo acostumbrado.

Me hace caminar hasta el baño más cercano a mi dormitorio. Aún no he ubicado mi cabeza en el mundo y sin pensarlo me he quedado parado, inmóvil, mirándome en el espejo. Mientras, el gres, frío pero suave al tacto, empieza a hacerse notar en la planta de mis pies, aún descalzos. Enfoco la mirada y veo un reflejo de mi cuerpo en el espejo. Examino los defectos físicos que giran en torno a él. Tú también lo haces, ¿verdad?

La verdad es que no estás viéndote a ti mismo. Estás viendo un cuerpo, más o menos esbelto, más o menos bronceado, más o menos largo, más o menos grueso, pero un cuerpo al fin y al cabo. Tu cuerpo. Te sientes orgulloso o no de él, pero es tu cuerpo.

Lo hacemos todos, como robots programados para ese fin observamos nuestro físico todos los días en el espejo. Estamos programados. Programados por la sociedad elitista en que discurren nuestros días. Sociedad que nos ata a unos hábitos de belleza y a ciertas responsabilidades sociales que queremos cubrir con nuestro físico, aun a costa de nuestra integridad personal.
Personas que se olvidan de que lo son para dedicar su vida, que termina siendo mortal, a ser piezas bellas de la sociedad.

Verse en el espejo es la manera que tenemos de examinar nuestro físico en términos plásticos. Sin embargo, la práctica verdaderamente importante y valiosa es la tarea de mirarse en el espejo.

El número de asistentes a centros de cuidados corporales, llámese gimnasio, llámese centros de cirugía estética se incrementa cada año. El número de trastornos psicológicos relacionados con la belleza como la anorexia, la bulimia, o la vigorexia están aumentando. No podemos hacer nada. La sociedad es cruel. Si no eres guapo, muérete intentándolo.

Mirarse en el espejo, apoyar las manos sobre el lavabo y acercar el tronco hasta que el rostro toca con la punta de la nariz el espejo, que se empaña. Mirar en nuestra pupila el reflejo del propio espejo, y llegados a este punto, considerar una pregunta básica. ¿Es por mí o es por qué la gente quiere verlo?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

es increible como escribiendo puedes poner la carne de gallina! cada frase que dices es un sentimiento nuevo.. me encanta leer lo que escribes eres todo un artista! :)
pero ya apuntabas maneras de peque jajaj tq

virginia rguez!

Anónimo dijo...

Mira que leer no es uno de mis mayores hobbies, pero he de decir que tus entradas siempre me gustan. Me cuesta entenderlas de lo bien escritas que están. Sigue así...

Anónimo dijo...

Lo hacemos por los demás ya te lo digo yo

lo peor de todo es q siempre se quiere mas y ser mejor y entras en un circulo en el que sino sales a tiempo cruzas del lado de lo q quiere ver la gente al lado en el que dejas d gustar y lo peor de todo t haces daño a ti mismo llegando a dejar unas secuelas (en su mayoría psicológicas) que son casi imposibles de borrar y q t marcan para el resto d tu vida.

Los extremos no son buenos pero llega un momento en el que das mas importancia al "que dirán" que al "que me puede llegar a pasar" llegando así a poner en peligro tu vida, tu UNICA vida

tu lo tienes todo tal y como eres... No intentes ser lo q los demás quieren ver porque entonces no serás tú, cosa, sólo serías uno más

Anónimo dijo...

Sabes qué creo??? Que deberíamos empezar a hacer las cosas por nosotros mismos, para sentirnos bien con nosotros sin importarnos lo que el resto piense. Estamos demasiado pendientes de lo que puedan opinar los que nos rodean y nos preocupa cómo nos juzguen. Pero tranquilo, que estoy segura de que llegará un día en el que nadie te juzgue por lo que se puede ver en un espejo sino por lo que hay más allá. Eso que no se ve a simple vista.

Ahora es tiempo de que hagas balance y sólo espero que ese balance sea positivo (como el mío) :)

Un besazo

Anónimo dijo...

Me encanta esta última entrada. Un día me enseñaste este blog, aunque quizás no preste demasiada atención.
Muestras una realidad que nos pasa a todos.
Te felicito por lo que escribes, sigue así, serás todo un periodista.

Un besazo.

Anónimo dijo...

Deberías actualizar más el blog y no tenerlo tan abandonado. Somos muchos los que te seguimos y anhelamos leerte!!

Anónimo dijo...

En cuanto tenga ordenador propio!! Prometo entrada nueva esta semana!!! =)

GRACIAS!

J.Crespo

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